26 de enero de 2018

UNA LUZ SOBRE GALILEA

Reflexión homilética para el cuarto domingo del Tiempo Ordinario, ciclo B
Estamos en los comienzos del Tiempo Ordinario y la liturgia nos lleva a acompañar los inicios de la vida apostólica de Jesús.
Primero en profecía y luego en la realidad alumbrando la región de Galilea, Jesús comienza a brillar con su doctrina, sus milagros, su vida y autoridad.
*       Deuteronomio
Moisés habla a su pueblo para que esté atento y sepa distinguir entre los verdaderos y falsos profetas.
A veces pensamos que todo esto de los falsos profetas es algo muy moderno. Algunos se creen incluso sus inventores.
Pues podemos leer la lista de los falsos profetas que nos da el Deuteronomio:
“No haya entre los tuyos quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego; ni vaticinadores, ni astrólogos, ni agoreros, ni hechiceros, ni encantadores, ni espiritistas, ni adivinos, ni nigromantes; porque quien practica eso es abominable para el Señor”.
Qué pena que hoy incluso añadiríamos el culto satánico con sus misas diabólicas.
Frente a todo esto Moisés profetiza la llegada del Mesías con estas palabras:
“Un profeta, de entre los tuyos, de entre tus hermanos, como yo, te suscitará el Señor tu Dios”.
Este profeta surgirá por petición del mismo pueblo que dijo a Moisés:
“No quiero volver a escuchar la voz del Señor… No quiero morir”.
De esta manera el Señor hace la diferencia entre los que siguen a los verdaderos profetas y a los falsos que serán rechazados.
Será bueno que también nosotros escuchemos la amenaza de Dios válida también para los falsos profetas de hoy:
“El profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá”.
¡Cuánta maldad y cuántos falsos profetas aparecen hoy!
*       Salmo 94
Sabemos que a la predicación ordinaria de Jesús le acompañaba siempre la invitación a convertirse.
En este domingo una vez más la liturgia nos repite: “Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor.  No endurezcáis vuestro corazón”.
La liturgia del día nos va a invitar a seguir de cerca a Jesús y a obedecer su llamada a la conversión continua.
*       Pablo a los Corintios
El apóstol nos pide hoy que vivamos conforme a la vocación a la que Dios nos ha llamado y presenta las dos vocaciones fundamentales pidiéndonos fidelidad. Por una parte está el “soltero” que se preocupa solo de los asuntos del Señor buscando contentarlo. Lo mismo que la soltera se preocupa de los asuntos del Señor consagrándose a ellos en cuerpo y alma.
Por otra parte nos presenta a los casados preocupándose de los asuntos del mundo y buscando contentarse entre esposos.
No es que solo el consagrado a Dios merezca recompensa y alabanza, pero sí Pablo nos da a conocer lo hermoso que es consagrarse al Señor y dedicarse a tiempo completo a propagar el conocimiento del Reino, imitando a Jesucristo que hoy aparece como el gran apóstol de Galilea.
*       Verso aleluyático
Es para mí el momento más importante de la liturgia de hoy. Te invito a imaginar el sueño profético de Isaías:
“El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló”.
Esa luz es Jesucristo que un buen día dijo de sí mismo:
“Yo soy la luz del mundo”.
Esta luz es la que se presenta en Galilea el domingo de hoy.
*       Evangelio
Vamos a desgranar el parrafito de San Marcos en el Evangelio del día:
+ Jesús “va a Cafarnaúm”.
Esta será llamada “la ciudad de Jesús” por las muchas veces que evangelizó en ella y donde residía frecuentemente.
Cafarnaúm era un punto importante de cruce de caminos por donde corrían las noticias no solo por toda Galilea sino entre los distintos pueblos vecinos.
Esto nos enseña que hay que saber dónde debemos evangelizar para que sea más eficaz la predicación.
+ El sábado, como un judío piadoso, Jesús va a la sinagoga a enseñar, como podía hacerlo cualquier adulto con treinta años cumplidos. Solo los hombres participaban de las enseñanzas de quien subía a leer el rollo de la ley.
+ Todos admiran la gran diferencia que hay entre la enseñanza de los rabinos y la de Jesús.
Esta diferencia radicaba en que Jesús “no enseñaba como los escribas sino con autoridad”.
Tú y yo cuando evangelicemos tengamos presente que la autoridad y fruto de nuestra evangelización depende de si utilizamos la Palabra de Dios y de comentarla movidos por su Espíritu.
Advierte Marcos que la fama de Jesús desde Cafarnaúm se extiende por todas partes “alcanzando la comarca entera de Galilea”.
+ Como un detalle podemos admirar el conocimiento de satanás que dice por la boca de un poseso: “Sé quién eres: el Santo de Dios”.
Es claro que esto nos recuerda las palabras de Santiago: “Tú crees que hay un solo Dios. Haces bien. Hasta los demonios lo creen y tiemblan”.
Estemos alerta porque la fe, cuando no es sincera y acompañada por las obras, nos puede llevar también a nosotros al engaño.
José Ignacio Alemany Grau, obispo

22 de enero de 2018

SI DIOS TE LLAMA… ¡DI QUE SÍ!

SI DIOS TE LLAMA… ¡DI QUE SÍ!

Al principio del tiempo ordinario la liturgia nos presenta a Jesús buscando las primeras vocaciones. Y como eran discípulos de Juan bien preparados, inmediatamente siguieron al Maestro.
Aprovechando el tema la liturgia nos habla también de la llamada de Dios a Jonás quien tuvo dos respuestas bien distintas, como veremos.
Por su parte Pablo nos dirá que nos apresuremos porque el tiempo pasa rápido.
  • El profeta Jonás

El libro de Jonás es una parábola en la que podemos admirar la misericordia de Dios con todos los pueblos y la mezquindad de algunos apóstoles del Señor.
Por dos veces habla el Señor a Jonás, pidiendo que predique la conversión en Nínive.
La primera vez Jonás se asusta y toma un barco que en vez de acercarle a Nínive le lleva a la lejana Tarsis, lo que hoy corresponde a Sevilla en España.
Un gran pez se merienda al profeta y lo devuelve a tierra firme.
De nuevo el Señor pide a Jonás que predique la conversión de Nínive y ahora ya no se puede negar.
Predica: “Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada”.
Todos hacen penitencia.
Dios los perdona.
El único que queda triste es Jonás.
Su orgullo no le permite conformarse al ver cómo su  predicación no ha quedado cumplida.
Dios le da la lección del ricino que resume lo miserables que somos los hombres ante la misericordia de Dios.
La gran enseñanza de hoy es que la misericordia va más allá de los límites del pueblo de Israel, aun en el Antiguo Testamento.
Otra gran enseñanza es que debemos ser dóciles a la llamada de Dios porque siempre nos irá mejor.
  • Salmo 24

El salmo responsorial nos invita a pedir la misericordia del Señor “porque tu ternura y tu misericordia son eternas” y nos invita a confiar siempre en la bondad del Señor.
  • San Pablo

Nos invita a meditar que el tiempo es huidizo, como se lee en algunos relojes antiguos: “Tempus fugit” (“el tiempo huye”). Sí. Se nos escapa de las manos.
A veces nos “aburrimos”, otras “matamos el tiempo”, o decimos “no tengo nada que hacer”…
Pablo enseña que “el tiempo es apremiante” y saca unas conclusiones que nos pueden parecer chocantes, sobre todo algunas.
Pero será bueno que las pensemos y termina con una frase que nos recuerda el título del auto sacramental de Calderón de la Barca “El gran teatro del mundo”.
Pablo termina así: “La representación de este mundo se termina”.
  •  Verso aleluyático

Viene a completar lo que justifica más aún las palabras de San Pablo. Es un motivo para aprovechar el tiempo para nuestra conversión, tanto personal como de los que se encuentren cerca de nosotros:
“Está cerca el Reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio”.
  • Evangelio

La lectura de hoy tiene dos partes.
En la primera San Marcos (no olvidemos que él es el evangelista que nos acompaña en este ciclo B) hace el resume de la predicación de Jesucristo que está de acuerdo con las primeras reflexiones de hoy:
“Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio”.
Esto nos lo recordará muy pronto el miércoles de ceniza que ya está cerca.
En la segunda parte Jesús empieza a buscar discípulos en el entorno del Lago de Galilea donde pasará el mayor tiempo de su apostolado.
Lógicamente muchos de ellos serán pescadores porque ese era el modo de ganarse la vida en los pueblecitos cercanos al mar de Tiberíades.
Primero llama a dos hermanos, Simón y Andrés y para llamarlos aprovecha su mismo trabajo diciéndoles:
“Venid conmigo y os haré pescadores de hombres”.
Más adelante encuentra otros dos hermanos, hijos de Zebedeo, que trabajaban en familia.
Jesús los llama también y ellos “dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con Él”.
Qué hermosa manera de llamar y de seguir al Señor.
Amigo, si hoy escuchas la voz del Señor, recuerda una vez más que seguirle a Él será tu felicidad y harás mucho bien.


José Ignacio Alemany Grau, obispo


13 de enero de 2018

TÚ NO ERES TUYO



TÚ NO ERES TUYO

Me imagino que ya te has fijado que este año la cuaresma comienza el catorce de febrero y por tanto la Pascua será el uno de abril, muy pronto por cierto.
Como sabes, la Pascua se celebra el día que cae la luna llena de Nisán (abril) que en 2018 coincide con el 31 de marzo.
Ahora ya estamos en el tiempo ordinario. El primer domingo no lo hemos celebrado y hoy comenzamos con el segundo de este tiempo.
Veamos algunos pensamientos que nos ayuden a sacar el fruto de las lecturas de este día que pertenece al ciclo B.
San Pablo
Quizá te extraña mi título, pero no me lo he inventado yo sino que es el apóstol Pablo quien explica a los Corintios cómo el cristiano pertenece a Cristo y no a sí mismo.
La razón es muy simple:
Jesucristo nos ha comprado con su sangre y así nos rescató de la propiedad que tuvo sobre nosotros el pecado de nuestros primeros padres.
Pablo dice así:
“No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros”.
Pero todavía hay algo mucho más hermoso:
Jesucristo, con su muerte y resurrección, nos ha hecho suyos y no solamente nuestra alma sino también nuestro cuerpo:
“¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?”
Y Pablo todavía da más fuerza a esta otra expresión:
“¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en vosotros porque lo habéis recibido de Dios”.
En medio de tanta corrupción es bueno que volvamos la mente y el corazón a este párrafo de San Pablo que nos enseña que nuestro “cuerpo no es para la fornicación sino para el Señor”.
La conclusión que saca el apóstol en este parrafito será bueno que también la saquemos nosotros:
“Por tanto glorificad a Dios con vuestro cuerpo”.
No te he llamado yo
El pequeño Samuel duerme cerca del sumo sacerdote Elí. Oye que lo llaman y acude por tres veces al sacerdote, en plena noche, diciendo: “Aquí estoy; vengo porque me has llamado”.
Por una parte admiramos la sencillez del niño que por tres veces acude de inmediato a lo que él cree que es un llamado del sumo sacerdote.
Por otra parte, Elí nos da una lección cuando en vez de molestarse con el niño que lo ha despertado tres veces, le dice con sencillez:
“Anda, acuéstate; si te llama alguien responde: habla Señor que tu siervo escucha”.
Me permito hacerte reflexionar para que te des cuenta si tú te aprovechas a veces de las personas o más bien piensas que el papel de todo evangelizador (y tú eres evangelizador) es llevar los hombres a Dios; y tú lo haces así.
Salmo responsorial (39)
El salmo pone el eje de la perfección hacia la que debemos tender todo el año.
La carta a los Hebreos recogerá esta misma frase que nosotros debemos hacer vida nuestra como lo hizo Jesús:
“Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.
Ten presente que este es precisamente uno de los grandes salmos mesiánicos que resume la misión de Jesucristo.
Evangelio
El Evangelio nos sumerge en el ambiente precioso de las primeras vocaciones que reunió Jesús para formar “el colegio apostólico”.
Nosotros también, a la hora de evangelizar, debemos aprender a buscar personas que se ilusionen por la Persona de Cristo y su mensaje y evitar siempre ser nosotros mismos los protagonistas. Para esto el gran modelo será siempre Juan Bautista.
Él pudo hacer un numeroso colegio apostólico y posiblemente lo hizo.
Pero no era para atraer las personas hacia sí, sino para preparar buenos apóstoles para Jesucristo.
Al final del Evangelio leemos un detalle que hoy quiero resaltar:
Cuando Andrés llevó a su hermano Pedro hasta Jesús, éste se le quedó mirando y le dijo:
“Tú eres, Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)”.
Qué importante es el nombre para toda persona.
No podemos oír una palabra que más nos llame la atención y se nos grabe que nuestro propio nombre.
En la Biblia, además del significado que tiene para cada uno su nombre, significa también la misión que se le concede a uno. Este es el caso de Pedro que será en adelante la piedra sobre la que el Señor construirá su Iglesia.

José Ignacio Alemany Grau, obispo

6 de enero de 2018

LAS TRES GRANDES EPIFANÍAS


LAS TRES GRANDES EPIFANÍAS

Este año comienza muy pronto la cuaresma y parece que los días se empujan entre sí.
En efecto, el día catorce de febrero es miércoles de ceniza.
Nos preguntamos ¿y se ha ido tan rápido la Navidad?
El fin del “tiempo de Navidad” lo marcan tres grandes epifanías que este año prácticamente vienen juntas.
Ya sabes que “epifanía” significa “manifestación” y en el caso se trata de tres grandes manifestaciones de la Divinidad a los redimidos.
Empecemos por una antífona que nos aclara todo. Es la de las segundas vísperas de la solemnidad de la “Epifanía del Señor”:
“Veneremos este día santo honrado con tres prodigios:
Hoy, la estrella condujo a los Magos al pesebre; hoy el agua se convirtió en vino en las bodas de Caná; hoy, Cristo fue bautizado por Juan en el Jordán para salvarnos”.
Las tres partes de esta antífona corresponden a tres fiestas importantes.
Reflexionemos brevemente sobre cada una.

  • Los Magos de Oriente
“Hoy, la estrella condujo a los Magos al pesebre”.
La primera manifestación es a los Magos. Son curiosos, investigan entre los astros la que sin duda creen que era su divinidad y quieren conocer a fondo.
Un día admiran una estrella muy especial, buscan en los libros de Dios y se encuentran con que la Escritura Sagrada de Israel habla de una estrella de Jacob que indicaría la llegada de un enviado de Dios.
La tradición suele decir que son tres, incluso le ha puesto nombres: Melchor, Gaspar y Baltasar, y les venera como santos del Señor.
Meditando el Evangelio de este día encontramos varias cosas que imitar.
Por una parte buscan a Dios en los astros, lo que indica un espíritu religioso.
En segundo lugar se ponen en camino y buscan, según la lógica humana, al nuevo rey de Israel en la capital de la nación.
Cuando ya han puesto todos los medios humanos, Dios les ilumina y llena de alegría, según dice el Evangelio:
“De pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el Niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría”.
Los Magos venían en serio y habían preparado regalos dignos del que suponían era el “rey de los judíos que ha nacido”.
Le ofrecen tres regalos simbólicos: oro como a rey, incienso como a Dios y mirra como a redentor.
Y como suele ser conveniente cuando uno ha descubierto algo muy grande: “se marcharon a su tierra por otro camino”.

  •  Bautismo de Jesús
“Hoy Cristo fue bautizado por Juan en el Jordán para salvarnos”.
En esta manifestación que celebraremos el día lunes, descubrimos, ante todo, la humildad de Jesús que se mezcla entre los sencillos que se bautizan y la humildad de Juan que descubre a Dios en Cristo y no se atreve a bautizarlo.
Junto al Jordán se manifiesta la Santa Trinidad. Esta es la segunda gran epifanía:
El Hijo en el río, el Espíritu en forma de paloma y el Padre que deja oír su voz: “Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto”.
Debemos reconocer una diferencia importante entre el bautismo de Jesús y el nuestro.
Cuando nosotros nos bautizamos Dios nos perdona y purifica de nuestros pecados. En cambio, cuando Jesús entra en el Jordán, es Él el que purifica la humanidad e incluso las aguas y el cosmos, puesto que en su sencilla humanidad está presente y oculta su Divinidad.

  •  El agua convertida en vino
“Hoy el agua se convirtió en vino en las bodas de Caná”. Es la tercera manifestación.
Este año no leeremos este párrafo del Evangelio de Juan que corresponde al segundo  domingo del tiempo ordinario del ciclo C, pero que la liturgia sí nos recuerda en las distintas antífonas. Se trata de lo que Juan Pablo II llamó, en los misterios luminosos, “la autorevelación de Jesús en las bodas de Caná”.
Es evidente que se trata de un prodigio muy especial con el que Jesús quiso llamar la atención para que el pueblo se diera cuenta de que estaba presente el Mesías tan esperado:
+ “Así en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos”.
+ “Allí manifestó su gloria”
+ “Y creció la fe de sus discípulos en Él”.
No hay duda que se trató de un milagro extraordinario, no solo por convertir 600 litros de agua en 600 litros de vino, sino porque el vino fue el más “generoso” de todos los servidos hasta entonces.
Aquí tienes, amigo, unos momentos especiales de la vida de Jesús que la Iglesia nos recuerda al final del “tiempo de Navidad”.
Pidamos a María, que intercedió en las bodas de Caná, que interceda también ante Dios por nosotros para que se fortalezca nuestra fe en Jesús como la de los apóstoles.

José Ignacio Alemany Grau, obispo